Cuándo quitar mi nombre de la puerta
«Será el día que pases más tiempo intentando ganar dinero y menos tiempo haciendo publicidad. Cuando olvides la pura diversión de hacer anuncios y el subidón que da.
El clima creativo del lugar debe ser igual de importante que el dinero para esta gente especial: redactores, artistas y gente de negocios que compone la compañía y la hace funcionar.
Cuando pierdas la inquietud de que lo que haces siempre puede estar mejor. Cuando pierdas las ganas de hacer un buen trabajo, independientemente del cliente, el dinero o el esfuerzo. Cuando pierdas la pasión por cuidar los detalles y el odio por tener cabos sueltos. Cuando dejes de alcanzar con creatividad el matrimonio de palabras e imágenes que produce un efecto memorable, fresco y creíble.
Cuando dejes de convencerte todos los días de la idea de que, los mejores anuncios son la esencia de tu empresa. Cuando dejes de ser lo que Thoreau llamaba una corporación consciente, que para mí significa, una corporación de hombres y mujeres conscientes.
Cuando empieces a comprometer tu integridad, que siempre ha sido la sangre, tripa y alma de tu agencia. Cuando te bajes a lo cómodo y racionalices actos de oportunismo para ganar dinero fácil. Cuando muestres pequeños signos de mala educación o de listillo y pierdas la sutileza.
Cuando tu interés principal sea el tamaño, ser grande, en vez de bueno, trabajador y brillante. Cuando tu visión se enfoque en la cantidad de ventas que tiene tu despacho. Cuando pierdas tu humildad y te conviertas en un prepotente. Demasiado grande para tus zapatos.
Cuando de repente las manzanas sean sólo para comer, no un símbolo de nuestro tono y profesionalidad. Cuando no estés de acuerdo con algo y empieces a machacar a la persona que lo hizo en vez de el trabajo en sí. Cuando dejes de construir ideas fuertes y vitales y empieces a producir como en una fábrica.
Cuando comiences a creer que para ser más eficaz, un espíritu creativo puede delegar y administrar y olvides que sólo debe ser cuidado, estimulado e inspirado.
Cuando empieces a decir que eres una agencia creativa en vez de serla. Y, para terminar, cuando pierdas el respeto por el hombre solitario en su máquina de escribir o mesa de dibujar o detrás de su cámara o simplemente garabateando con uno de nuestros lápices o haciendo un plan de medios.
Cuando te olvides del hombre solitario y gracias a Dios por él, porque hizo posible la agencia que tenemos hoy en vez de al trabajo en sí. Cuando te olvides de que él es el hombre, el que siempre está trabajando más duro, quien a veces, aunque sólo sea por un instante, alcanza una de las ardientes e inalcanzables estrellas.
Ahí, chicos y chicas, será cuando insistiré en que quiten mi nombre de la puerta. Y pueden estar seguros de que se quitará.»
Chicago 1967. Leo Burnett.
Cuando escuché este discurso por primera vez me quedé de piedra, es increíble que 15 años antes de mi nacimiento ya hubiera profesionales de este sector con la experiencia necesaria como para dar una charla tan real, tan cercana y veraz a los sentimientos de un creativo de vocación.
Nuestro mundo, el creativo, es maravilloso. Sea para crear ese bucle mágico en PHP, un encuadre vivo y dinámico con nuestra cámara o una composición armónica y bien compuesta en Photoshop.
Os quería acercar este discurso de manera escrita porque, a veces, hace falta tocar el sentimiento creativo para valorarlo, hace falta sentir y vivir el momento para percibir la realidad de que un negocio creativo no es una cadena de montaje, tampoco una vía para hacerse rico, es una forma de vida que debe hacernos felices, de una forma u otra, para lo bueno y para lo malo.
Recordarlo cuando afrontéis un cliente difícil o un trabajo que no os motive porque siempre hay una manera de impregnarlo con vuestro entusiasmo, de hacerlo especial.
Buenas, que gran discurso es increíble como tu dices teniendo en cuenta el tiempo que hace. Yo muchas veces veo como el alma del diseño y la creatividad se convierte en fábrica de producción. Es brutal esta parte «Cuando empieces a decir que eres una agencia creativa en vez de serla», como si lo principal es no creerse que todo esta hecho y que siempre se puede mejorar, y sobre todo cuando es del mundo creativo.
Yo veo muchos diseños que solo tienen en cuenta la parte estética visual y dejan de lado la parte comunicativa de ahí que cuando ves un buen diseño donde se mezclan estas dos partes que son en realidad las bases del mismo me quedo impresionado.
Gracias por compartir este discurso tan bueno que te hacer reflexionar sobre las espectativas de uno mismo, un saludo.